jueves, 9 de diciembre de 2010

Innombrable

El aleteo trastabillado cojea,

impávidos sacrilegios cacarean,

imprudencia e intolerancia

sacuden al polvo de esqueletos,

puñales ensartan ignorancia,

insultos frugales apabullan sordos hechizos,

sables suturan pensamientos,

inmundicia corroe razones;

violencia a la orden del día

en las calles sin nombre.

El ángel y Hades

Prefiero el suspiro

al aliento del viento;

anhelo momentos intocables

para contar historias

con los besos del tiempo.

Mientras derribo laberintos en la cumbre,

barajas azules lloviznan

desde lo alto del silencio

y cual si fuera bufón del signo,

creo acertijos improbables.

El ángel invoca entonces

al demonio de su ser

con frases que ni el mismo Hades

es capaz de pronunciar.